domingo, 25 de marzo de 2012

"Un Pizzipaulo para ocultar la hipocrecía de los Salieris de Videla"

La letrada, hija de un Militar retirado, oriunda de Corrientes, y postulante a juez correccional de la ciudad de Zapala, con apenas 37 años (es decir un año antes del Golpe Militar del 76), Mónica Laura Pizzipaulo, a sido presa de su "sinceridad sin filtro histórico", pero no ha sido "hipócrita".
La "hipocrecia" ahora esta "desnuda" en discursos de "diputados, magistrados, politicólogos, opinólogos, y periodistas" que se rasgan las vestiduras condenando las manifestaciones de esta joven que "peca por ser fruto cultural, y familiar"  de un ideario que muchos comparten, lamentablemente, hasta nuestros días.
Zapala, en años de plena Dictadura (y es importante señalar que anterior inclusive a la del 76), era el reservorio de una "cultura castrense" que se decoraba con homenajes en pleno "barrio militar" del Batallon de Artillería, o en el RIM 10 de Covunco.
La clase política, y comercial, en su mayoría pertenecientes al partido provincial; recordemos la participación de Felipe Sapag en los gobiernos militares, y en especial la de Juan Carlos Onganía, no era ajena a la "reverencia castrense" ni a los "favores de clase que se propinaban por aquellos tiempos".
Si Monica Laura Pizzipaulo, se hubiera postulado a reina de la ciudad o joven sobresaliente (como lo fue Jorge Omar Sobisch en plena Dictadura de Videla), con seguridad hubiera sacado mucho más de 4,8 puntos que con el Concejo de la Magistratura o el Superior Tribunal de Justicia. Simplemente, por ser una "joven ejemplo de nuestra sociedad zapalina" cuyo lema a la entrada de la ciudad señalaba (en plena Dictadura Genocida): "Zapala es cordialidad..."

Mónica abrió su boca, y con ella dejó caer un "pensamiento único que todavía se cuela por instituciones democráticas, medios de comunicación, o aulas de universidades": "Necesitamos un gobierno de mano dura porque la democracia todavía no sabe lo que es el orden y el progreso...Tienen que volver los militares para que se vayan estos zurdos de mierda..."
Mónica no fue hipócrita. Su sinceridad es la demostración más contundente de nuestro "enano fascista" como sociedad.
Aquí en esta Zapala, de edificios viejos que recuerdan nostalgias de pleno "progreso militar", todavía hay comunicadores sociales que les dicen a su conciudadanos: "Que falta de respeto es escuchar el himno nacional cantado por Charly Garcia cuando se debería obligar a escuchar el himno tocado orgullosamente por nuestra banda militar..."
Cuánto es el espacio, o la distancia, que queda para no seguir manifestando: "por algo abra sido que los llevaron", "queremos ser occidentales y cristianos", o "el vecino de al lado, es negro, mira de reojo, está desocupado, y anda con una remera con el rostro del guerrillero Che Guevara", "porque no denuncia a su vecino subversivo y entonces estará haciendo patria..."

Claro que me duele, como ciudadano las "palabras o pensamiento no manifestado por aquellos oportunistas que hoy son más democráticos que Lisandro De La Torre", antes  que "la brutal sinceridad de Mónica Laura Pizzipaulo con nexos familiares castrenses".
Luis Sapag homenajeo a sus hermanos asesinados por la Dictadura del 76, lamentablemente ningún legislador hizo mención a los "colaboracionistas gobiernos del MPN con Dictaduras o Revoluciones Argentinas, lo mismo que con la UCR y su pasado de llamados a los salvadores de la Patria.
La hipocrecía se huele lo mismo que con el miedo. Tiene ese aroma rancio a falta de conciencia, y beneficios personales.
Zapala fue "miliquera" porque sus responsables institucionales y políticos quisieron que así fuera. No se trata de "repudiar a la Institución Sanmartiniana y democrática del Ejercito Nacional y sus fuerzas", se trata de "aniquilar al enemigo cultural de los nostálgicos golpistas que viven entre nosotros". 
Allí, Mónica Laura Pizzipaulo será simplemente una anécdota de una joven con un año más que los que tiene el Golpe de Estado del 76. Con su familia en Corrientes  y Zapala. Con su futuro en la abogacía o en la administración de justicia institucional. Es decir alguien que compartía un pensamiento que dejó de ser "esencia cultural de muchos de nosotros".


Dady Rubio - periodista y Director de FM SUR
DNI: 18.449.386



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