En tu día me gustaría mirar la luna para saber que está allí, y nadie hozo robarla como a nuestras esperanzas.
Una gota no hace al rocío, pero mucho menos se convierte en río...
Necesito de tus hijos para que juntos nos hagamos ilusos. Somos apasionadamente ilusos de nuestras frustraciones y miserias.
Miramos de reojo el porvenir porque conservamos lo poco que nos queda en un derroche de creatividad manifiesta. Somos creativos de la nostalgia. Es decir, empobrecidos en el espíritu de discursos vacíos desde la llegada de nuestro tren Zapalero hasta un Trasandino que viaja a la nada.
Puedo negarme a creerle a los hijos nacidos en estas tierras. Hoy uno es gobernante de la provincia, y se parece a Caín mezclado en la piel de Abel.
La parábola del hijo pródigo se puso de cabeza, y vomita a los cuatro vientos, que nos sentimos huérfanos de padre y madre.
Nacimos entre promesas de progreso, y terminamos mirando la luna que se nos esfumó como metáfora de infortunios.
Amo a Zapala, porque odio a los próceres de carne y hueso que la maltrataron y violaron. Ahora tienen nombre de calles, avenidas o bulevares, mientras YO camino los cordones contaminados de nombres olvidados.
Somos hijos adoptivos del "que dirán", mientras esperamos en la parada de los colectivos por señoras gordas que nos arropan entre sus faldas para sabernos abrigados.
Amo a Zapala porque se parece tanto a la medianoche con aullidos de gatos. Es decir, grita por amor mientras se lame las heridas...
Estamos heridos de "posibles" entre huesos petrificados de Dinosaurios, y funcionarios que "están vivos" como dijo "La Gimenez"...
Te amo Zapala, simplemente porque me dueles como suspiro...
como remolino entre mis manos...
como agua dulce entre mis labios....
como rebeldía permanente a lo petrificado....
como plegaria eterna a la luz de mi entrega...sencillamente te amo....
DNI: 18.449.396
No hay comentarios:
Publicar un comentario