sábado, 25 de junio de 2011

"Cuando aclarar se convierte en una noche oscura de un gobierno en retirada..."

El intendente Edgardo Sapag señaló que su obligación fue y es pedir protección y amparo judicial para que se determinen claramente los derechos y los límites de ciudadanos y trabajadores.
Tras la polémica por el jury que pidió contra la jueza Gloria Anahí Martina por desestimar una orden de desalojo pedida por el fiscal para empleados municipales en una toma de edificio, el jefe comunal salió a los medios para “recordar y aclarar esa situación”.
Lo hizo en un programa de televisión local, donde dijo que “el intendente cuando va a la Justicia, va en pos de resguardar la seguridad física y psíquica de las personas, y también del patrimonio municipal que son los edificios, equipamientos informáticos, documentación y otros".
"En eso estamos y en eso vamos a continuar con absoluta convicción que cuando acudimos a la Justicia estamos actuando en el marco democrático, a efectos de que determine con claridad cuáles son los límites, porque al derecho de huelga debe haber un derecho al trabajo de quien quiera trabajar y el derecho de pagar sus contribuciones municipales a quien lo quiere hacer”, señaló.
En referencia a la situación municipal de aquellos días, Edgardo Sapag relató que durante cinco o seis días los manifestantes impidieron actividades  rutinarias y comunes y hasta habían cerrado las puertas del cementerio.
También subrayó que intentaron incendiar gomas y que el humo ingrese al edificio y oficina de contaduría para que salga la gente. “Eso es un atropello que no tiene nombre porque el humo de cubiertas es sumamente tóxico”, dijo.
Recordó además que en esa fecha, los 20 de cada mes, el municipio realiza el pago a monotributistas y subsidiados, y lo que se buscaba con eso era el caos al no poder pagar.
“Mi obligación como intendente municipal fue y es resaltar esta situación que para mí es anómala y yo no soy abogado. Cuando yo voy a pedir amparo y resguardo, no voy en contra del derecho a huelga, reitero: voy a favor de la gente, de su cuidado físico y del patrimonio municipal", indicó.
Y añadió: "Esto es muy sencillo, la huelga la podemos hacer todos. Yo también puedo sumarme a una huelga, lo que no puedo hacer es prohibirle al otro que trabaje, que pague sus retributivos o que realice una diligencia y tampoco puedo con mi actitud de violencia impedir que otros vecinos cobren su salario para poder subsistir y generar caos. Esto es imposible de entender”. (La Mañana del Neuquén)

¿No eran empleados municipales los peligrosos...es decir compañeros de trabajo del Intendente?
¿Se sumaría el Intendente a una huelga en contra de él mismo...?
¿Antes de denunciar no hubiera sido preferible acordar lo que después se acordó...?
¿No conoce el Intendente los límites y obligaciones de sus conciudadanos y empleados...?

(*) Anza

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